Elena Laso Cuesta encarna a la perfección todos los valores que defiende a capa y espada la Escuela Municipal de Piélagos. La santo y seña de la generación del 99, con el 11 a la espalda, sufría el pasado sábado una grave lesión en el partido de liga senior ante SD Nueva Montaña. La resta un largo periplo lejos de las canchas donde su presencia se hacía notar y a partir de ahora su falta se sentirá en lo más profundo del corazón de todos los integrantes de la Familia PAS.
El alma del conjunto júnior femenino siempre ha minimizado la distancia entre los sueños y la realidad. Trabajadora incansable ofrece el 100% en todos los entrenamientos inspirada en que los resultados llegarían tarde o temprano. Su esfuerzo quedaba reflejado en cada acción, en cada aplauso a una compañera, en cada sonrisa o en cada lágrima vertida después de una dura derrota.
Desde su más tierna infancia ha formado parte de la élite regional siendo una clásica de las selecciones autonómicas. A las órdenes de grandes entrenadores como Paco Bruno o Dani García ha conquistado una lista interminable de trofeos. Carismática, creativa, cariñosa y fiel a unos calores que enarbola toda su familia.
Estamos seguros de que Elena no se dará por vencida en estos momentos. En unos meses, volverá a ser la misma de antes con perseverancia y cumpliendo rigurosamente las parámetros médicos. Usará su eterna sonrisa para apoyar a su equipo y no dejará que una mera lesión borre su sonrisa. Recuerda, el éxito en la vida no se mide por lo que logras sino por los obstáculos que superas. ¡Mucho ánimo Elena, tus compañeras, entrenadores y Club están a tu lado!