CD ESCLAVAS vs. EM PIÉLAGOS
Este sábado comenzó la fase eliminatoria por ocupar la séptima posición de toda la categoría benjamín femenina. Fase cuanto menos peculiar, ya que circunstancias ajenas a nosotras han hecho que el rival fuera diferente al que originalmente teníamos que habernos enfrentado.
En un resumen grosso modo podríamos decir que todo aquello que nos pudo salir mal, nos salió peor. A lo largo de la temporada, nuestro mejor cuarto ha sido siempre el primero. Sin embargo, esta vez no fue así, sino que en el primer cuarto se nos fue el partido. Perdimos muchos balones absurdos, nos devoraron en el rebote, concedimos regalos en defensa y fallamos tiros a priori muy sencillos. Poco que ver con el equipo de toda la temporada.
Es más que probable que lo ocurrido en el partido liguero hiciera que nuestras jugadoras saliesen a la pista con un cierto miedo, o excesivo respeto. Para un equipo, esencialmente de primer año y con 2 baby, resulta harto complicado jugar cuando escuchas, digamos de forma fina, palabras gruesas, por parte del rival e incluso gestos despectivos. Nuestras chicas deben aprender a convivir en el juego con ese tipo de situaciones.
Desde que terminó el partido, ya solamente hay un pensamiento en jugadoras, entrenadores y familias, REMONTADA.