La selección autonómica infantil masculina tiene cuatro representantes de la Escuela Municipal de Piélagos dentro de su configuración final de 12 jugadores. Encuadrados en el grupo Preferente C junto a Ceuta, Navarra y Melilla, el equipo dirigido por el prestigioso técnico Sergio García tiene como objetivo el ascenso. ¡¡Mucha Suerte!!
La generación 2003 de Pas Piélagos tiene un descomunal potencial que hace que jugadores como Álvaro González, Eduardo Díez, Jorge Ortega, Raúl Cidón o Guzmán San Emeterio pudieran ser igualmente de la partida tanto por talento como implicación o trabajo. Mención aparte merece Hugo Fages que ha sido el último descarte antes del Campeonato, una lesión le priva del ansiado torneo.
Además la promoción del 2004 viene apretando fuerte, consolidados en la Primera División de la categoría. Cinco jugadores forman parte habitual de la selección de seguimiento Alonso Gómez, Raúl Campuzano, Bruno Corral, Jorge Trueba y Rubén Arnaez, con seguridad serán el núcleo duro del próximo combinado cántabro junto a Carlos García.
Juan Sánchez es el nombre propio de la generación 2003. Se ha consagrado como un jugador capaz de hacer de todo, cuya suma de físico y talento le han colocado por méritos propios como uno de las grandes promesas de nuestra región. De ahí su facilidad para moverse en números cercanos al triple-doble. Ofensivamente, saca partido de su rapidez y determinación de cara al aro. Decisivo en las esperanzas de ascenso y sin dudas, el jugador franquicia.
Narciso de la Llama ha dado en la Escuela Municipal de Piélagos el salto definitivo a la élite. Un jugador capaz de anotar con facilidad, con buen olfato reboteador, al que comienza a sumar consistencia en el lanzamiento exterior. Está capacitado para defender a jugadores más pequeños, para asistir leyendo el juego y ser pieza clave en la ofensiva pasista. Precisamente esa es la batuta que persiguen sus técnicos. Llegó para aportar su granito de arena y convertirse en uno de los líderes tanto dentro como fuera de la pista.
Carlos García es el playmaker por antonomasia de la generación 2004. 100% talento. Algunos de sus movimientos recuerdan al base clásico y puro, con una toma de deciones sobresaliente. Maestro de las fintas y del manejo del balón. Un jugón con mayúsculas. Digno de ver. Habrá que confiar que en su salto al baloncesto de canasta grande venga apoyado en una progresión atlética que le permita mantener su alto nivel de rendimiento. Su nivel técnico, desparpajo y personalidad han enamorado al staff federativo.
Antón Rebolledo es un de las grandes esperanzas a corto y medio plazo de la cantera pasista. Jugador muy completo que brilla por su versatilidad en la pista. Cada vez mejor atleta, más rápido y coordinado, apoyado en su envergadura (de largos brazos) puede hacer la vida imposible a sus rivales. Pero además, en constante evolución en sus fundamentos, está desarrollando una buena mano para el tiro exterior. Si gana potencia en su tren inferior tendrá mucho que decir en el futuro inmediato.