DERROTA CON SABOR A TRIUNFO

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El equipo júnior de Liencres se presentaba en Torrelavega para disputar una decisiva y durísima jornada dominical, como era de prever tras el partido de la primera vuelta ante CBT B. El duelo se decidía en la prórroga con un ajustado (70-63) a favor de los de la Cuenca del Besaya. Agradecer la crónica de Pedro Herrero y a su fotógrafa particular.

La primera mitad era claramente para el equipo local, que con un ataque muy agresivo hacia el aro conseguía tiros cercanos aunque generalmente bien defendidos, pero a su vez forzando numerosas faltas que les proporcionaban puntos en forma de tiros libres. Nuestro buen trabajo en defensa y rebote defensivo mantenía la diferencia nunca por encima de los 6 puntos, lo que nos mantenía en el partido hasta el descanso.

Tras la reanudación, y siendo conscientes de que una mejora en ataque nos metía en el partido, conseguimos recuperar nuestra identidad de conjunto que quiere correr y anotar fácilmente. De esta manera, no solo lográbamos igualar el marcador, sino que nos colocaba 3 puntos arriba al terminar el tercer cuarto, tras un triple sobre la bocina de Guillermo Gozalo (38-41).

 

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Hasta donde llegaron las fuerzas… Y más allá.

En el último y decisivo cuarto el cansancio hizo mella en algunos de nuestros jugadores, que habían hecho un esfuerzo físico titánico. Este agotamiento no solo físico sino mental nos llevó a cometer errores en ataque y defender más con las manos que con las piernas, lo que nos hizo estar en bonus a falta de 5 minutos para el final. Después de anotar solo 3 puntos en esos últimos 5 minutos, llegábamos a un tiempo extra con toda la ventaja física y mental para el equipo torrelaveguense, que se haría con el partido con un 70 – 63 final.

Partido de trincheras que se llevó quien llegó más fresco al final, quien por desgracia fue nuestro rival. Se avecinan unas últimas cuatro jornadas donde hay que recuperarse mentalmente de una derrota que llega tras haberlo dado absolutamente todo. Es difícil reprochar nada a un equipo que, a pesar de cometer errores, se desfoga totalmente en una cancha de baloncesto.