Noelia Pernía y Agustín Rioz forman la pareja que ostentará el mando de la categoría BENJAMIN en la zona de Renedo y Castañeda. Apasionante proyecto 2016/2017 que significa no solamente una práctica deportiva para los niños/as, sino también una vía educativa complementaria a la escolar y familiar. El club PAS PIÉLAGOS fortalece de esta manera la base de la pirámide formativa, básico para el crecimiento de la entidad deportiva.
Noelia tiene una amplia experiencia en el mundo de la canasta, jugadora contrastada y prestigiosa colegiada, aborda desde hace dos temporada el reto de entrenar en el club PAS PIÉLAGOS. Dos experiencias fantásticas en la categoría alevín femenina, la estimulan para afrontar una nueve línea de trabajo con la misma implicación y capacidad de entrega.
Agustín ha aterrizado en el baloncesto de la mano de Noelia. Posee una magnífica cultura deportiva con amplia experiencia en deportes colectivos. La pasada temporada sorprendió a propios y extraños con su tenacidad en la dirección en el equipo infantil femenino B. Además, posee unos dotes excelentes en la organización y logística de eventos.
Proyecto 2016/2017: Nuevas ilusiones
Sin duda, el primer objetivo de Noelia y Agus será la captación del máximo número de niños/as posibles para enseñarles un juego nuevo para muchos, dentro de los iniciales retos competitivos en su formación. Los reglamentos y técnicas de juego deben por ello respetar una serie de principios pedagógicos, didácticos y psicológicos que garanticen el proceso de formación integral del individuo.
El trabajo exhaustivo en los fundamentos básicos (dominio de balón, mecánica de pase…) dentro de una metodología pedagógica donde los diferentes juegos estimularán su imaginación y el deseo de aprender, de mejorar día a día.
Para mantener este apetito de baloncesto, es imprescindible que el niño/a disfrute y encuentre en este escenario no solo un ámbito deportivo o educativo si no también un contexto social irrepetible al integrase en un grupo y relacionarse con otros niños/as dentro de una disciplina coral. Nuestra pareja de protagonista cumple una función primordial de formadores como dinamizadores de equipo, logrando una cohesión extraordinaria e integrando valores a las jóvenes promesas de nuestra cantera.
