Tras la senda de Álvaro Palazuelos (1999), Marcos León (1997), Pablo Fernández (2000) y ahora Luís Gómez (2000) han debutado en liga EBA con el primer equipo de Pas Piélagos en la presente temporada. La columna semanal de nuestro Director Deportivo de Formación, José Ángel Durán, está dedicada al último debutante en competición nacional. ¡Enhorabuena Luís!
En mayo del 2014 un jovencísimo Luís Gómez aunaba carácter y talento para noquear a base de lanzamientos imposibles a la generación 2000 del CB Solares capitaneada por Giovanni Contreras y Diego García. Aquella hazaña en semifinales de liga escolar, en el vetusto polideportivo santanderino de Cueto, mostraba una capacidad de liderazgo competitivo impropia para un jugador de edad infantil.
En apenas tres años, su facilidad en la materia y esfuerzo en cada entrenamiento han ido impulsando su nombre a las categorías superiores, debutando en la presente temporada en Primera División y EBA. Como una esponja fue captando consejos y mejoras de cada entrenador como punto de apoyo, y este, siempre agradecido y atento, no tardaba en constatar que aquellos avisos le serian útiles sobre la pista.
Su progresión ha sido meteórica convirtiéndose en un proyecto sobresaliente, poseedor de unas cualidades y genética privilegiada para el deporte de alto rendimiento. Ayer a sus 17 años, se producía su bautismo oficial con el primer equipo, curiosamente en el mismo escenario y ante idéntico rival que Álvaro Palazuelos en el curso pasado. Seis minutos de vibrante juego para encestar su primera canasta y saborear el incesante apoyo de una parroquia pasista entregada a sus jóvenes promesas.
Luís Gómez es un superdotado técnica y físicamente. Con un tren inferior portentoso que le permite una gran velocidad de reacción en distancias cortas y un extraordinario salto vertical, su evolución física puede definirle como un jugador total en la línea exterior. Talento, criterio de juego, carácter y personalidad para crearse su propia idiosincrasia tanto en el terreno de juego como fuera de ellos.
Son los primeros esbozos del siglo XXI, una nueva generación de jugadores que marcarán el futuro de la institución. Una gran responsabilidad donde la paciencia y confianza en su potencial serán claves. Dejemos que el futuro diga la verdad y evalúe a cada uno de acuerdo a su trabajo y sus logros, sin mirar la fecha de nacimiento.
Desde la Dirección Deportiva ponemos especial énfasis en la formación, es primordial educar con valores, es lo primero; después incidimos en la mejora y en su desarrollo a media que van quemándose etapas. El objetivo final es que el primer equipo llegue a nutrirse de la cantera y para ello nuestra labor es ayudar para que esos pasos sean sólidos. Ser un soporte para que el proceso llegue a su fin. La distancia con el primer equipo se debe aminorar y para ello es fundamental que haya presencia de jugadores de la base en la primera plantilla.