CADETE 2002

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Brillante primer trimestre del combinado cadete 2002 dirigido por Nico García y Pedro Castro. Con una corta adaptación al equipo técnico y en plena fase de preparación, están compitiendo de manera fantástica dentro del grupo B de la Segunda División. Tres triunfos, incluidos el derbi y una palpable mejoría de todos sus miembros. La segunda fase de la temporada significará el despegue definitivo del potencial de este excelente grupo.

El plantel está mayoritariamente compuesto por el núcleo duro del primer equipo infantil que la pasada temporada dio tantas alegrías a la parroquia pasista, a excepción de Daniel Ranero que se ha ganado una plaza fija en el conjunto de Primera División. La lesión de Diego Agudo en los albores de la presente campaña ha lastrado el rendimiento de una de las grandes referencias exteriores. Poco a poco vuelve a alcanzar el deslumbrante nivel que mostró en el periodo estival, imparable de cara al aro y un defensor implacable.

Una lesión también ha frenado el excepcional inicio de David Quintana, un bastión bajo los aros capaz de superar la decena de capturas por partido con total normalidad. Sobresalientes condiciones atléticas y esfuerzo de superación.   Álvaro Hernández arrastra molestias en su espalda pero igualmente ha dado un salto cuantitativo en su nivel de juego, siendo determinante en ambos lados de la pista. Envergadura, suspicacia  e inteligencia a grandes dosis.

Sin duda, la rotación interior se complementa con dos piezas excelentes, Pablo Tezanos y Saúl Plaza. El primero tiene unas privilegiadas condiciones para este deporte y calidad con el balón en las manos para ser crucial en la configuración ofensiva de sus técnicos. Saúl es un trabajador incansable que se ha ganado una plaza fija por la entrega e implicación que demuestra en cada entrenamiento. Fundamental su presencia en el bloque.

Un físico potente con una inmensa cantidad de posibilidades en la pista ofrece Raúl Quevedo. Buen defensor, consistente lanzador a media distancia y solido penetrador se encuentra en franca progresión. Daniel Arribas es el anotador por antonomasia de este combinado. Con una excepcional muñeca, es  determinante con su innata capacidad de finta y la lectura de juego. De las manos de Nico y Pedro se está convirtiendo en un jugador total.

Jaime Hernando tiene una estelar presencia, descomunal talento en ataque que une una actitud extraordinaria para encarar el trabajo diario. El cuerpo técnico está rendido al compromiso que demuestra y su gran crecimiento. Técnicamente brillantísimo es Adrián Cossio. El pequeño alero minimiza el hándicap de la altura apoyado en una magnifica secuencia de movimientos ofensivos que le permiten obtener ventajas. Su adaptación a la categoría cadete se está completando satisfactoriamente.

Iván Menchaca es un jugador diferente al que vimos al inicio de la presente temporada. Ha mejorado notablemente en aspectos físicos, ahora es el mejor de su equipo en varios, comprendiendo la imperiosa necesidad de dar un paso adelante para situarse en primera línea de batalla. Con grandes conocimientos de juego, tiene condiciones para ser un referente. Acabamos la descripción con el base en mayúsculas del equipo, Pedro García. Es la prolongación del cuerpo técnico en la pista, elegante y con un talento indiscutible de cara al aro. Un auténtico francotirador desde la línea de 6,75 metros. Asume con naturalidad y a la perfección el peso de liderar al equipo.

Esta temporada suman tres victorias. Derrotas ante el gran favorito al ascenso, CB Calasanz y han presentado guerra hasta la extenuación ante Baloncesto Colindres, en duelos que se presumían desiguales ante la superioridad física del rival. Terceros clasificados, lo importante es el margen de mejora del grupo y la excepcional línea ascendente que ha asumido el grupo. Compactos, cohesionados e ilusionados cualquier meta que se propongan puede ser superada.

Los grandes protagonistas de esta evolución son los miembros del staff técnico. El fichaje de Pedro Castro, juventud a raudales, historia de Pas Piélagos y con ganas infinitas de asumir el roll de entrenador en su primera experiencia, ha encontrado como tutor y capitán de barco a Nico García. Bajo su mecenazgo, Pedro se está convirtiendo en un técnico con un brillante futuro. Nico es un líder de grupos extraordinario,  metódico y  trabajador incansable que piensa en la mejora constante, entendiendo que solo el trabajo les hará diferentes. Para ello, cuenta en los entrenamientos con el apoyo de un jugador EBA, Vladi Orlov que complementa las sesiones con su particular aportación.