El júnior afincado en Liencres está sorprendiendo por el excelente nivel competitivo mostrado hasta el momento y especialmente por la gran satisfacción de la Familia Pas al ver un conjunto implicado, trabajador y comprometido que cumple objetivos formativos difícilmente imaginables al inicio del curso deportivo. Un éxito con participación directa de cuerpo técnico y padres/madres con los jugadores como auténticos protagonistas del proyecto.
En el complicadísimo grupo B2 de la Segunda División Júnior Masculino está encuadrado el representante de la Escuela Municipal de Piélagos presidiendo una gran imagen en los partidos disputados. El refuerzo de Pedro Poo en el banquillo ha sacado a relucir el potencial de un plantel íntegramente compuesto por jugadores del año 2000. Félix Serna es el complemento ideal del cuerpo técnico aportando su experiencia y dedicación.
La filosofía de Pedro Poo es apostar por la sencillez para potenciar jugadores en el 1c1, el trabajo lo encamina al uso “inteligente” del bote (huyendo del cada vez más corriente abuso), a la lectura del plano marginal y a la conciencia de la relación entre las subfases en la recepción del balón y la acción de pasarla (es decir, recibir atacando y pasar moviéndose) para evitar las pausas en el ataque. Ataque por conceptos y coral.
Sobresaliente actitud de toda la plantilla
Es un bloque heterogéneo compuesto por diferentes raíces. La pasada temporada bajo las órdenes de Héctor Cayón en Renedo figuran Pablo Erquicia, Víctor Serna, Jesús Molino, Willy Gozalo, Marcos Modino, David Diez y Daniel Campuzano. De Liencres aterrizaban Mario Ranero, Hugo Martínez, José Ortega y los Hermano Abad (Lucas y Mario). Esteban Reinares, colosal e indiscutible en la pintura este año, compaginaba su presencia con el combinado de Primera División Cadete. Finalmente subrayar la llegada de Alejandro Diego desde Cayón. Gracias a su entrega en las labores más arduas del juego se ha hecho rápidamente con un hueco en los corazones de sus compañeros Patxi ya es uno de los nuestros.
Destacar como nombres propios no solo las estelares actuaciones de Esteban Reinares bajo los aros. Willy Gozalo también ha destapado el tarro de las esencias en la pintura o Pablo Erquicia que desde el perímetro se ha convirtiéndose en un anotador compulsivo. El talento en el uno contra uno de Mario Ranero, la lectura ofensiva de Dani Campuzano, la verticalidad de Hugo Martínez o la polivalencia de Jesús Molino tampoco han pasado desapercibido para nadie en esta orquesta coral donde todos aportan su granito de arena.
Son jugadores de primer año dentro de una complicadísima competición. La lucha por intentar ascender a Primera División está muy abierta pero sin duda este grupo seguirá luchando al 200%. A seguir trabajando.