Los peques de Liencres están completando un inicio de temporada vibrante. El conjunto dirigido por Jorge San Emeterio y Alex González Nava se desenvuelve cada vez mejor entre la flor y nata de la región. Por su parte, Adolfo Mota con la presencia de numerosos “babys” continúa una línea firme de captación que le convierte en una pieza de incalculable valor en la Escuela Municipal de Piélagos.
Los “mayores” para Jorge y Alex
Jorge San Emeterio y Alejandro González son dos jóvenes técnicos que vuelven a unir sus fuerzas tras la experiencia de hace dos campañas. Motivados, entregados y comprometidos con los valores del Club están realizando una gran labor con un grupo benjamín involucrado en la complicadísima Primera División. En la última jornada liguera ante el colegio San Agustín, a pesar de la derrota, demostraban el crédito del buen trabajo y la clemente orientación que están dando al colectivo. Magnifica tarea.
En minibasket los jugadores altos trabajan los mismos ejercicios que los más bajos, con el fin de que adquieran todos los fundamentos técnicos básicos. Esta vía de acceso es igualmente aplicable grupalmente con la importante posibilidad de que todos los jugadores ocupen todas las posiciones para evitar la especialización a muy temprana edad es la formación de jugadores lo más completos posibles. Diversión, compromiso, compañerismo, responsabilidad… enseñanza integral.
Los más peques con Adolfo Motta
La veteranía es un grado y con los más pequeños es un doctorado. Conseguir que se enamoren de este deporte a través de los principios indelebles del deporte en equipo. La cara de alegría al conseguir una canasta o cosechar la primera victoria son recuerdos eternos para un entrenador experimentado en mil batallas pero con la ilusión de un novicio en estas lides.
Adolfo Mota ha perfecciona un proceso de aprendizaje contrastado que comienza con tareas sencillas que gradualmente van pasando a ser más complicadas. Otorga mucha importancia a la posición de equilibrio del cuerpo del jugador, la posición de los pies y de los brazos como ingrediente estrella de su magnífica metodología para la instrucción de la mecánica de tiro. Imprescindible, una fábrica interminable de tiradores.