Rememorando la narrativa infantil de los hermanos Grimm, celebramos efusivamente la continuidad del alero solariego Juan Arnaiz. El jugador más veterano de la plantilla pasista con 37 años a sus espaldas y con más de un centenar de partido en la liga EBA afronta con ilusión renovada los retos de una temporada donde volverá a convertirse en un bastión. Sin miedo a ser polivalente, a medirse cualquier rival o a trabajar diariamente al 200% y con calidad para ser único en ambas partes de la pista.
Juan Arnaiz es una renovación crucial en el proyecto 2016/17 ya que conoce perfectamente la filosofía de este equipo cumpliendo su cuarta temporada consecutiva en sus filas. Ya en la campaña 2005/2006 tuvo su primera experiencia en tierras pasista que significaba su debut en competición nacional con una magnifica imagen resumida numéricamente en 3,7 puntos por partido.
Formado en la cantera del CB Solares se convirtió de manera inmediata en un jugador de élite en las categorías inferiores de la región y pionero indiscutible de los afamados descubrimientos de los “diablos rojos” liderados por David Doblas, Borja Anillo o Javi Carral. En categoría cadete, buscando un indiscutible refuerzo, se traslada hasta la capital de Cantabria para incorporarse al todopoderoso colegio Calasanz finalizando su formación deportiva en etapa escolar con ellos.
Juan es sinónimo de éxito, esfuerzo, compromiso y talento
Tras dominar con mano férrea la posición de alero en la Primera División cántabra ocupaba todos los titulares gracias a su espectacular temporada 2011/2012 en el CD La Paz. La liga EBA se rendía a sus pies con 15 puntos y casi 5 rebotes de promedio en los 22 partidos que disputaba. Los galácticos de la cuenca del Besaya encontraron una estrella con luz propia en su universo, que un año después conquistaba Copa, Liga y nuevo ascenso a competición nacional junto a los aclamados Paco Masa, Daniel Galán, Pablo Martínez, Daniel Allende…
Es un privilegiado físicamente que ha encontrado en su madurez un plus único de competitividad que le hace aprovechar los periodos estivales para desquebrajar con actuaciones inhumanas las ligas de veteranos y los diferentes 3×3. Ese hambre insaciable único y una productividad estadística instantánea cada vez que pisa la pista es algo que ha quedado contrastado en los tres equipos cántabros con los que ha participado en liga EBA, sin duda se le caen los puntos de los bolsillos. Un auténtico placer poder contar una temporada más con él.
